EDIFICIO PRINCIPAL
Este es el edifico más emblemático del Instituto. La transformaciones artísticas que se desarrollan entre 1890 y los años 20, en algunos casos con ecos en los años 30 se reflejan estupendamente en este edificio. En este tiempo se produce el agotamiento de los revivals históricos, surge el Art Nouveau y la búsqueda de un estilo que dejen paso a los impulsos racionalistas paradigma de la ingeniería decimonónica y generadora de formas lógicas, funcionales y geométricas.
Estos alegatos que hablaban de orden, honestidad y economía de medios tuvieron una buena representación en la arquitectura escolar del momento y del que es un buen exponente el arquitecto Joaquín Muro que realiza otros edificios de parecida traza en Valladolid (Colegio Ponce de León), o el arquitecto Antonio Flórez, autor de la Escuela Normal de Valladolid en la Plaza de España.
Construido entre los años 30 y terminado después de la Guerra Civil el edificio tiene un poco de todo esto donde se entremezcla el gusto por los estilos tradicionales y la modernidad. El autor recoge ese espíritu de mantener de fondo lo clásico e incorporar elementos racionalistas en la distribución del edificio. Un punto muy significativo son los ventanales de carpintería metálica. Un cuerpo el "ele", cerrando con dos torres la fachada principal . Con dos pisos por fachada que se articulan con bloques de tres ventanales y parte del muro. Se genera con esta disposición una organización geométrica (ventanas y dinteles) y manteniendo algún regusto historicista por los arcos de medio punto que hay en ciertas ventanas. La utilización en la base de la piedra pero mayoritariamente del ladrillo intentan recordar ese estilo mudéjar del que tenemos buenas muestras en Olmedo.
En cuanto a su funcionalidad recordaremos que fue inaugurado como escuela pública en 1955 por el Gobernador del momento Tomás Romojaro y bendecido por el obispo, tal como atestigua la prensa.
En el curso 1981 y 1982 se trasladaron los alumnos y profesores de bachillerato que antes estaban en lo que hoy es el actual Ayuntamiento.
Nace a finales de los 80 ante la necesidad de adecuar medios y recursos a los contenidos de las enseñanzas que se impartían en aquel tiempo. Se instalaron los laboratorios de Física y Química, de Ciencias Naturales, y un pequeño laboratorio de fotografía. Surgen estos nuevos espacios llenos de aparatos, frascos, probetas, líquidos, etc ..., que muchos no sabían muy bien para qué servían pero que se justificaban por la necesidad de avanzar en una enseñanza que hasta el momento había sido demasiado teórica. En él se ubican ya de manera tradicional los grupos de Bachillerato.
A finales de los 90, con la llegada de la LOGSE se incorporan nuevos aspectos al sistema educativo como la obligatoriedad de la enseñanza hasta los 16 años, la posibilidad de atender a alumnos de manera más personalizada y la incorporación de alumnos que antes estudiaban sus últimos estudios en la Escuela.
PUNTO DE ENCUENTRO es el nombre que hemos dado a ese espacio que alrdedor del que giran todos los edificios del instituto.
Los árboles, los rosales y las esculturas de los dos niños que están en serena lectura caracterizan este lugar.
Es un lugar encantador y con diferentes significados, lo mismo sirve de reposo en algún momento de nuestros ajetreados días; que permite los primeros escarceos amorosos o que simplemente refresca en los días calurosos.
Queremos que sean unos versos del poeta Antonio Machado los que definan este espacio singular de nuestro Centro
Junto al agua fría,
En la senda clara,
sombra dará algún día
ese arbolillo en el que nadie repara.
Un fuste blanco y cuatro verdes hojas
Que, por abril, le cuelga primavera,
Y arrastra el viento de noviembre, rojas.
Su fruto, sólo un niño lo mordiera.
Su flor, nadie la vio. ¿Cuándo florece?.
Ese arbolillo crece
No más que para el ave de una cita,
Que es alma -canto y plumas- de un instante,
Un pajarillo azul y petulante
Que a la hora de la tarde lo visita.